UNA CLASE CON PIEDRAHITA (crónica)

Por: Adriana Romero

Una clase de redacción para medios impresos y digitales resulta ser muy provechosa, casi siempre el profesor Armando Piedrahita da inicio sorprendiéndonos con un quiz, los famosos exámenes cortos que demuestran si realmente hemos llegado actualizados, aprender los nombres de los ministros, y los periódicos más importantes del país, me han motivado para que cada día al despertar prenda la radio en busca de la noticia más actual. Luego del quiz que hace llorar a más de uno, el profesor desarrolla la clase, observa fijamente quienes están, casi siempre pregunta por algunos que no llegaron, y cómo todo un hombre de experiencia, nos cuenta sus anécdotas personales, para que sentemos cabeza y entendamos lo que significa ser periodistas. Frases como “muchachos tienen que ser obstinados”, “no se dejen vencer ni se detengan”, “pero recuerden hay que leer”, son peculiares en nuestro querido profesor, mientras explica el tema, recurre a muchos ejemplos lo cual hace que el aprendizaje sea mejor, algo que caracteriza a Piedrahita es la forma en que dice las cosas pues usa un cierto sarcasmo y lo mezcla con chiste, así que aparte de aprender también nos hace reír. El aula tiene las mesas con computadores, están distribuidos alrededor de las cuatro paredes, lugar que se convierte en un campo de atletas, pues al momento de abrir todos nos lanzamos a correr en busca de un computador, pues no son suficientes para la cantidad de estudiantes que estamos allí. Luego los computadores se convierten en el centro de atención, lo prendemos rápido para mirar el portal de un periódico, por si se hace el famoso quiz. Cuando el profesor está hablando debemos apagar el botón mágico, aquel que apaga las pantallas, las sillas las colocamos al frente y estamos listos para empezar. Redactar noticias, hacer entrevistas, crónicas y demás son parte de las actividades frecuentes de esta asignatura que vale la pena valorar.